En su influyente libro “El poder de los equipos positivos”, Jon Gordon ofrece valiosas ideas para fomentar un trabajo en equipo eficaz y aprovechar el potencial de los individuos en un entorno colectivo.
Gordon hace hincapié en los cuatro pilares de una dinámica de equipo positiva. Al integrar estos elementos en el tejido de un equipo, las organizaciones pueden liberar su verdadero potencial y lograr un éxito extraordinario. Estos pilares son:
- La comunicación: La comunicación clara y abierta es el núcleo de cualquier equipo de éxito. Jon Gordon subraya la importancia de un diálogo transparente, en el que los miembros del equipo expresen abiertamente sus pensamientos, ideas y preocupaciones. Una comunicación eficaz fomenta el entendimiento, facilita la colaboración y resuelve los conflictos con eficacia. Los equipos que dan prioridad a la comunicación crean un entorno en el que todos se sienten escuchados y valorados, lo que conduce a un aumento de la confianza, una mayor capacidad para resolver problemas y una mejora del rendimiento general.
- Conexión: Crear conexiones sólidas entre los miembros del equipo es otro elemento fundamental de una dinámica de equipo positiva. Jon Gordon anima a los equipos a cultivar una atmósfera de camaradería, confianza y respeto mutuo. Cuando las personas se sienten conectadas, es más probable que colaboren sin problemas, se apoyen mutuamente y aúnen sus fuerzas colectivas en pos de objetivos compartidos. Las conexiones genuinas dentro de un equipo fomentan la empatía, favorecen el sentimiento de pertenencia y mejoran la cohesión general del equipo.
- Compromiso: Un sentido compartido del compromiso es esencial para el éxito de un equipo. Jon Gordon subraya la importancia de alinear los objetivos individuales y colectivos y de mantener una visión compartida. Cuando los miembros de un equipo se comprometen con un propósito común, se implican más en el éxito del equipo y muestran una dedicación inquebrantable para lograr los resultados deseados. El compromiso inspira resistencia ante los retos, alimenta la motivación y crea una base sólida para que el equipo prospere.
- Cuidarse: El cuidado mutuo es un aspecto transformador de la cultura de equipo positiva. Jon Gordon hace hincapié en la importancia de mostrar una preocupación genuina, empatía y apoyo a los miembros del equipo. Al cultivar un entorno afectuoso, los equipos crean un espacio seguro en el que los individuos se sienten cómodos expresando sus ideas, asumiendo riesgos y abrazando las oportunidades de crecimiento. La atención crea sólidas relaciones interpersonales, mejora la moral del equipo e impulsa un rendimiento excepcional.
Gordon describe muchos casos, extraídos predominantemente de equipos deportivos, para subrayar la importancia de cada paso. Una de las historias más convincentes fue la de Brian Boland, entrenador de tenis masculino de la Universidad de Virginia:
El equipo de Brian acababa de perder en una ronda temprana de los Campeonatos Interuniversitarios de Tenis en Pista Cubierta de la Asociación de Tenis Interuniversitario en Chicago. Había caído una ventisca, por lo que su vuelo de regreso a casa fue cancelado y se quedaron atrapados en su hotel. Brian ya había tenido suficiente. De 2001 a 2012, Brian entrenó a muchos equipos con talento en la UVA, pero nunca pudieron ganar un campeonato. Brian reunió a su equipo en su habitación y les preguntó si pensaban que estaban conectados. Todos dijeron que sí. Luego les preguntó quiénes eran las personas más importantes de sus vidas. Todos dijeron que su familia. Entonces Brian les preguntó si sabían algo de las familias de sus compañeros de equipo. Resultó que no sabían nada de la familia del otro. Así que Brian les preguntó cómo podían considerarse un equipo conectado si no sabían nada de las personas más importantes de la vida de cada uno. Si conoce a alguien, ¿no debería saber lo que es importante para él?
El resto de la historia le corresponde leerla en el libro de Gordon, pero lo que sacamos de ella es que no se pueden construir grandes equipos sin mostrar primero interés por la vida de los demás. Empiece por ser curioso. La curiosidad le conducirá a las preguntas con las que podrá establecer conexiones en profundidad. Sólo podemos comprometernos con el equipo y preocuparnos profundamente por su éxito conjunto a través de conexiones interpersonales extraídas de historias personales.