En la vida, a menudo nos encontramos atrapados en sistemas que parecen inamovibles, ya sean sociales, corporativos o culturales. Estos sistemas moldean nuestras acciones, limitan nuestras opciones y, a veces, nos despojan de nuestra individualidad. Nos conformamos, seguimos rutinas y rara vez nos paramos a preguntarnos por qué las cosas son como son. Pero el verdadero cambio se produce cuando tenemos el valor de desafiar el statu quo, de liberarnos de los ciclos que nos aprisionan y de forjar nuestro propio camino.
Esta historia, extraída del Expreso de Medianoche y de un ejemplo real de la Patagonia, ilustra cómo los individuos y las organizaciones pueden resistirse a las fuerzas que pretenden mantenerlos atrapados. Trata sobre el momento de darse cuenta, la decisión de actuar y el valor de ir contracorriente, incluso cuando el sistema exige conformidad. Exploremos cómo Billy Hayes en El expreso de medianoche y los dirigentes de la Patagonia encontraron la fuerza para liberarse de los ciclos en los que estaban atrapados.
La historia de Billy Hayes en El expreso de medianoche
En El expreso de medianoche (1978), Billy Hayes se encuentra encarcelado en Turquía por contrabando de drogas, atrapado en un sistema duro e injusto. Tras soportar reveses, una condena prolongada, la traición de otro recluso y la devastadora pérdida de un amigo íntimo, Billy empieza a perder la cabeza. Su espíritu se quiebra, y finalmente es trasladado a una parte de la prisión para dementes. Es aquí, en la Sala 11, donde Billy pasa a formar parte de un sistema deshumanizador, en el que los presos caminan en círculos interminables, amoldándose a una realidad que les despoja de su identidad, caminando sin sentido como si no hubiera otra opción. Esto simboliza no sólo el encarcelamiento físico, sino un confinamiento más profundo, emocional y psicológico.
En este estado desolador, Billy sucumbe a la rutina, siguiendo el camino circular con los demás prisioneros. El sistema, indiferente a su sufrimiento, se lo ha tragado entero, reduciéndolo a mero cumplimiento. Su mente, como la de los demás, está siendo absorbida por el ciclo sin sentido de la prisión. Este es un momento con el que muchos de nosotros podemos identificarnos: cuando los sistemas en los que hemos confiado nos fallan, cuando el peso de la desesperanza se siente insuperable y cuando la idea de escapar parece imposible.
Pero entonces, algo cambia. La novia de Billy le visita en la cárcel y su presencia reaviva la esperanza que casi había muerto en su interior. Ella se convierte en el catalizador de su punto de inflexión. Durante la visita, ella expresa su temor de que Billy, si no actúa, morirá en esa prisión. Las palabras de ella resuenan en su mente, recordándole quién es fuera de los muros de la prisión y que el mundo no le ha olvidado. Es en este momento de conexión y amor cuando Billy encuentra el valor para contraatacar. Se niega a dejar que el sistema le consuma por más tiempo.
Este momento crucial, provocado por la visita de su novia, marca la decisión de Billy de resistir. Se da cuenta de que el sistema no sólo es injusto para él, sino para todos los que están atrapados en él. Debe levantarse o arriesgarse a morir, como había predicho su novia. Este sentimiento renovado de esperanza y determinación se manifiesta simbólicamente cuando Billy, una vez más caminando en el círculo de la habitación 11, decide liberarse. Se da la vuelta y camina a contracorriente, contra la rutina sin sentido. Al principio, los otros prisioneros susurran, diciéndole que va por el camino equivocado. Pero Billy persiste, sabiendo que conformarse sólo le llevará a la perdición. Su rebelión, su acto de caminar contra el círculo, se convierte en su primer paso para recuperar su vida y, en última instancia, escapar de la prisión.
La historia de Billy habla de una verdad más amplia sobre la resistencia y el espíritu humano. Todos vivimos en sistemas que, a veces, parecen abrumadores, ya sea en nuestra vida personal, en los negocios o en la sociedad. Estos sistemas suelen imponer rutinas, expectativas y ciclos que seguimos sin cuestionar. Hacemos lo que se espera, a menudo porque es lo que hacen los demás, o porque salirse de la norma parece demasiado difícil. Pero el verdadero peligro reside en perdernos ante estos sistemas, en olvidar que tenemos el poder de cuestionarlos y elegir un camino diferente.
Otro ejemplo del mundo real de esta valentía de ir contracorriente lo vemos en Patagonia, la empresa de ropa para actividades al aire libre dirigida por su fundador Yvon Chouinard. En una industria impulsada por el consumismo y la búsqueda implacable de beneficios, Patagonia rompió el ciclo. En 2011, en el Viernes Negro, el mayor día de compras del año, Patagonia publicó un anuncio en The New York Times que decía: “No compre esta chaqueta”. Fue un movimiento radical, instando a los clientes a comprar menos, reparar lo que ya poseían y abrazar la sostenibilidad. El mensaje de Patagonia era claro: el sistema de consumo sin fin no era sostenible, y estaban dispuestos a sacrificar los beneficios a corto plazo para desafiar ese sistema. Al ir en contra de las normas del comercio minorista y abogar por la responsabilidad medioambiental, Patagonia se convirtió en un faro para las prácticas empresariales éticas, demostrando que romper con la tradición puede conducir a un mayor impacto y éxito a largo plazo.
El desafío de Billy en El expreso de medianoche y la audaz postura de Patagonia contra el consumismo nos enseñan una lección crucial: cuando los sistemas no sirven a la justicia, la equidad o la sostenibilidad, debemos estar dispuestos a desafiarlos. Ya se trate de un modelo empresarial destructivo, de una ley injusta o de una norma cultural tóxica, el verdadero cambio se produce cuando encontramos el valor para ir contracorriente. Romper el círculo no es fácil. Cuando Billy se volvió contra el círculo, se enfrentó a la resistencia de los otros prisioneros, al igual que nosotros podemos enfrentarnos a la resistencia cuando desafiamos el statu quo en nuestras vidas o en nuestro trabajo. Pero la persistencia frente a la oposición es el primer paso para reclamar el control y crear un cambio significativo.
El momento crucial de Billy en la película no se trataba sólo de escapar de una prisión física, sino de recuperar su humanidad y su esperanza. Del mismo modo, la decisión de Patagonia de desafiar la cultura del consumo no se trataba sólo de fabricar ropa respetuosa con el medio ambiente; se trataba de crear un futuro en el que las empresas contribuyeran positivamente al mundo en lugar de explotarlo. Ambos ejemplos nos muestran que cuando los sistemas están rotos, tenemos la responsabilidad de levantarnos y desafiarlos.
Si no actuamos, si no hacemos preguntas ni nos enfrentamos a los sistemas que nos aprisionan, corremos el riesgo de perder no sólo nuestra libertad sino a nosotros mismos. Como Billy, debemos negarnos a que el sistema nos defina. Debemos encontrar el valor para caminar contra el círculo, incluso cuando otros nos digan que vamos por el camino equivocado. Porque la verdadera libertad -ya sea en nuestra vida personal, en los negocios o en la sociedad- surge de desafiar los sistemas que nos frenan.
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Edwin Korver is a polymath celebrated for his mastery of systems thinking and integral philosophy, particularly in intricate business transformations. His company, CROSS-SILO, embodies his unwavering belief in the interdependence of stakeholders and the pivotal role of value creation in fostering growth, complemented by the power of storytelling to convey that value. Edwin pioneered the RoundMap®, an all-encompassing business framework. He envisions a future where business harmonizes profit with compassion, common sense, and EQuitability, a vision he explores further in his forthcoming book, "Leading from the Whole."
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