El Cuadro de Mando Integral (CMI) es una herramienta de gestión del rendimiento estratégico que ofrece una visión equilibrada del rendimiento de una organización teniendo en cuenta medidas financieras y no financieras. Desarrollado a principios de la década de 1990 por el Dr. Robert Kaplan y el Dr. David Norton, cambia el enfoque de los resultados exclusivamente financieros a una perspectiva más holística que abarca cuatro dimensiones críticas:
- Financieros: ¿Cómo aparecemos ante nuestros accionistas?
- Los clientes: ¿Cómo nos ven los clientes?
- Procesos internos: ¿En qué procesos debemos destacar?
- Aprendizaje y crecimiento: ¿Cómo podemos mantener nuestra capacidad de cambiar y mejorar?
Conexión del BSC con el marco RoundMap
- Propósito y alineación: El énfasis de RoundMap en un modelo impulsado por el propósito puede encontrar una aplicación práctica a través del BSC. Mientras que la perspectiva financiera del BSC capta las métricas tradicionales del beneficio, sus otras dimensiones pueden alinearse con la noción de propósito de RoundMap, asegurando que las organizaciones miran más allá del beneficio hacia áreas como el impacto social, la defensa del cliente y el desarrollo personal.
- Desenterrar el valor tangible e intangible: RoundMap hace hincapié en el reconocimiento de los activos tangibles e intangibles en la creación de valor. El BSC encaja naturalmente con este punto de vista. Mientras que la perspectiva financiera aborda los activos tangibles, las dimensiones del cliente, los procesos internos y el aprendizaje y el crecimiento se centran en los activos intangibles como las relaciones con los clientes, las eficiencias internas y las capacidades de aprendizaje organizativo.
- Elaborar triunfos de los clientes: La dimensión del cliente del BSC se alinea perfectamente con el principio de RoundMap de defender los objetivos de los clientes. Al medir la satisfacción, la retención y la fidelidad de los clientes, las organizaciones pueden obtener información sobre el grado de consecución de los objetivos de sus clientes y ajustar sus estrategias en consecuencia.
- Colaboración y liderazgo conséntricos: La perspectiva de aprendizaje y crecimiento del BSC enlaza con el espíritu de consentiricidad de RoundMap. Haciendo hincapié en la formación, la alineación organizativa y el desarrollo cultural, las organizaciones pueden fomentar una cultura en la que el valor se distribuya equitativamente y se celebren los esfuerzos de colaboración.
- Enfoque circular de la estrategia: La naturaleza cíclica del RoundMap implica continuos bucles de retroalimentación y ciclos de aprendizaje. El BSC, con su proceso iterativo de formulación, ejecución y perfeccionamiento de la estrategia en sus cuatro dimensiones, puede servir como herramienta práctica para aplicar este enfoque cíclico.
Conclusión
Con su enfoque integral de la medición del rendimiento, el Cuadro de Mando Integral puede actuar como una potente herramienta para hacer realidad las ambiciones del marco RoundMap. Al combinar la visión cíclica y holística de RoundMap con el enfoque procesable y basado en métricas del BSC, las organizaciones pueden descubrir y optimizar el valor tangible e intangible que crean y captan. Se trata de una colaboración armoniosa entre la estrategia y la ejecución, similar a la de un maestro al frente de una orquesta, asegurándose de que cada nota e instrumento contribuya a una sinfonía impecable.